Amanece… Sol… Sin viento… se acerca la hora; poco a poco los «alocados» acuden al punto de encuentro y con la llegada del tren de las nueve y media a la estación, nos disponemos a partir.
La ruta ya esta decidida y en el primer km la primera incidencia, los que se pierden siempre ya se han despistado. Una vez reintegrados a la disciplina del grupo, nos dirigimos hacia el comienzo de El Mediano. Seis minutos de descenso con velocidades máximas de 80-85 km/h. No hay palabras que los describan. (ver video)
A través de un continuado descenso e inmersos en conversaciones, vamos disfrutando de la magnifica mañana y deleitandonos con el paisaje, con alguna parada inesperada incluida.
Una vez llegamos al puente que cruza El Embalse de El Pantano de El Burguillo, punto de retorno.
A partir de aquí las caras sonrientes y relajadas poco a poco se tornaran en gesto de esfuerzo justo hasta la llegada del desvío hacia lo que denominamos las Viñas, donde se produce el reagrupamiento del nutrido pelotón de hoy.
A partir de este momento empieza la subida prolongada que nos llevará hasta la carretera que une San Bartolomé de Pinares con Cebreros, una pista forestal de buen piso pero con pendientes que parece que nunca se acaban. Diego marca un ritmo infernal y el resto poco a poco vamos ascendiendo. Mientras tanto Ruben e Iñaki, cierran el pelotón, a su ritmo de inicio de temporada, con ritmo lento pero constante, consiguen alcanzar el punto intermedio de la subida donde esperamos el resto de compañeros.
En este punto empieza el calvario de Iñaki y Rubén, 2 km de subida de lo que hemos denominado «Camino Las Cabras», con calambres en los cuadriceps que obligan a bajarse de la bici a ambos, y afrontar la subida a pie apoyados en las palabras de aliento de Angel y Cess. Con gran tesón y pundonor intentan una y otra vez ascender en la bici, pero sus castigados músculos impiden la gesta. Ruben consigue solucionar sus problemas fisicos y continuar camino mientras el pelotón espera relajadamente disfrutando de la buena temperatura del día. Una vez reagrupados de nuevo proseguimos ruta, pero Iñaki, no termina de solucionar sus problemas físicos y con todo el dolor de aquel deportista herido en su orgullo, pone pie a tierra y llegará a la meta del día en el coche de apoyo. Poco después llegarán a meta los últimos «descolgados» del pelotón al punto de encuentro donde se degustarán las viandas preparadas por el Dani.
El resto del día es ya parte de otra historia… Nos vemos en la siguiente ruta.