Después de darnos un paseito por los caminos cercanos a La Cañada observamos los rigores de las lluvias de los últimos días, los caminos tienen barro que nos dejan la bici y la ropa directamente para meterlas en la lavadora.
También vemos que empieza la temporada de setas. Que pena que no tengamos ni idea de reconocerlas.
Seguimos de puente…